Cuando despertó, los ojos verdes más hermosos que había visto nunca la miraban desde el borde de la majestuosa cama con dosel donde yacía. ¿Quién era ese diminuto pero arrebatador hombrecito? ¿Y cómo había llegado hasta allí?
El pequeño Adonis le explicó como su perseguidor la había llevado a su castillo después de la caída. Había permanecido dormida siete días y siete noches, tiempo durante el cual el amo había aprovechado para dejar dispuestos todos los preparativos para la boda, pues para algo era una princesa, debía casarse con el hombre que le diera el primer beso de amor verdadero ¿Y no era acaso un beso de amor verdadero aquel que había sido capaz de hacerla desmayar de pasión? Blancanieves, confusa quiso saber la opinión del que había resultado ser su enfermero sobre su prometido, pero éste esquivó la pregunta como pudo y salió apresuradamente del cuarto.
Durante los siguientes días que vivió allí apenas pudo ver a su dueño, pues siempre andaba ocupado realizando actividades propias de la alta nobleza. Hasta que se celebrara la ceremonia habría de permanecer en el castillo y como no tenía mucho que hacer se dedicó a entablar amistad con las personas que trabajaban para el extraño príncipe. Además de su enfermero, encontró seis enanitos más, de enorme belleza con los que vivió momentos increíbles y con los que compartió sus dudas y preocupaciones. Los enanitos le contaron que el amo nunca hablaba con ellos y que sólo contrataba gente de su estatura porque así se sentía el hombre más poderoso del lugar. Los siete la declararon su amor y la propusieron fugarse juntos con ella, pero Blancanieves era una princesa y debía casarse con el príncipe.
El día de la boda, cuando vio a su prometido esperándola en el altar ya no quería casarse. Blancanieves pensó que no podía vivir con un hombre que apenas conocía, se disculpó, salió de allí y miró por última vez hacia el castillo donde había estado encerrada tanto tiempo.
Sus siete caballeros la esperaban a la salida. Juntos, caminaron hacia en el bosque y construyeron una cabaña donde vivieron por siempre felices porque ¿Por qué conformarse con un hombre cuando podía tener siete?
El pequeño Adonis le explicó como su perseguidor la había llevado a su castillo después de la caída. Había permanecido dormida siete días y siete noches, tiempo durante el cual el amo había aprovechado para dejar dispuestos todos los preparativos para la boda, pues para algo era una princesa, debía casarse con el hombre que le diera el primer beso de amor verdadero ¿Y no era acaso un beso de amor verdadero aquel que había sido capaz de hacerla desmayar de pasión? Blancanieves, confusa quiso saber la opinión del que había resultado ser su enfermero sobre su prometido, pero éste esquivó la pregunta como pudo y salió apresuradamente del cuarto.
Durante los siguientes días que vivió allí apenas pudo ver a su dueño, pues siempre andaba ocupado realizando actividades propias de la alta nobleza. Hasta que se celebrara la ceremonia habría de permanecer en el castillo y como no tenía mucho que hacer se dedicó a entablar amistad con las personas que trabajaban para el extraño príncipe. Además de su enfermero, encontró seis enanitos más, de enorme belleza con los que vivió momentos increíbles y con los que compartió sus dudas y preocupaciones. Los enanitos le contaron que el amo nunca hablaba con ellos y que sólo contrataba gente de su estatura porque así se sentía el hombre más poderoso del lugar. Los siete la declararon su amor y la propusieron fugarse juntos con ella, pero Blancanieves era una princesa y debía casarse con el príncipe.
El día de la boda, cuando vio a su prometido esperándola en el altar ya no quería casarse. Blancanieves pensó que no podía vivir con un hombre que apenas conocía, se disculpó, salió de allí y miró por última vez hacia el castillo donde había estado encerrada tanto tiempo.
Sus siete caballeros la esperaban a la salida. Juntos, caminaron hacia en el bosque y construyeron una cabaña donde vivieron por siempre felices porque ¿Por qué conformarse con un hombre cuando podía tener siete?